<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://draft.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d6736052\x26blogName\x3dUBTSLA_+Un+p%C3%A1jaro+negro+/+UnBroken_Th...\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://unbrokenthoughts.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://unbrokenthoughts.blogspot.com/\x26vt\x3d-2659677477113847144', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

jueves

Román Riquelme o el aroma del Fútbol



Román Riquelme, el aroma a Fútbol Habano , es decir, a Puro Fútbol




de nuevo la analogía de este juego con la misma vida; me acuerdo, y hará años de ésto, cuando salió por primera vez Riquelme a jugar con la camiseta del FC Barcelona, se le había fichado como una estrella, pero al entrenador que tenía no le parecía oportuno sacarlo a jugar, por qué, eso es lo que lo asimila con el devenir de la vida cotidiana, no se sabía por qué, o el mister tendría un por qué, pero ese por qué se daba de coces con la sensatez y el orden del universo, es decir, porque no. Pero llegó un partido, como digo, en que salió a jugar, ya bien entrado en tiempo, pues bueno, de sólo verlo moverse por el campo ya adivinaba que ahí había una estrella, un diamante de muchos quilates, y nada más llegar a él el balón en buenas condiciones, lanzó un disparo en parábola torcida a ras de portería que me dejó anonadado, coño, me dije entonces en voz alta, cómo demonios es que no juega éste tío?... Pues no jugó más, o apenas nada, que recuerde, luego lo fichó el Villa-Real, junto con un surtido grupo de buenos jugadores también desechados, y triunfó, logrando la gesta este modesto equipo de jugar en la liga de Campeones, por qué, porque se le dió una oportunidad al sentido común, porque se le permitió jugar.



qué menos !...