la antivida y la vida
"está la antivida, y está la vida, esta última me resulta familiar, ..."
hubo un tiempo en que me gustaba gestionar, estaba de moda esa palabra, en todos los aspectos se debía de gestionar-, bueno, pero a mí todavía no me había llegado su perverso sentido... Es necesario gestionar, es hasta bonito; hacer una gestión, mi padre siempre decía de vez en cuando que se iba a hacer alguna gestión por ahí, mi padre, en aquellos años se gustaba más de relacionar que de calcular, un par de cañas con acertadas tapas, unos vinitos, unas risas y un trato hecho... Gestionar, dicen ahora, aplicándolo a cada una de las facetas de la vida, las empresas, los negocios, las bibliotecas, la ecología, las artes, la política... No son más que una suma de obstructores obstáculos o requisitos, dice alguien al respecto... Y está bien, ya lo he dicho, a mí la gestión me gusta, lo que no me gusta es que me gestionen, quiero decir, la técnica, el manejo, el trámite, la gestión en suma, sirve para un objetivo concreto, aparte del cual todas las demás cosas siguen su curso natural; por ejemplo, el medio ambiente es necesario que se cuide, y para ello hace falta manejar los distintos elementos que intervienen en su cuidado o deterioro, pero manejados ellos se ha de dejar a la naturaleza que siga su curso, protegida por la ley si resulta necesario. No se han de aplicar argumentos cuantitativos a la misma, salvo cuando resulte también necesario para protegerla. A los hombres lo mismo, no se puede gestionar la población, ni el arte, ni la religión, ni la cocina, sin caer en un estado de sitio para lo que ahí sucede, vida, arte, literatura, espíritu, placer... no se puede gestionar un placer, bueno, vale, alguien dirá siempre que se puede, pero no se debería, como señalaba Godard en uno de sus filmes, la economía sexual de un matrimonio significará también su agarrotamiento, su rigor mortis... No disequemos lo que está vivo, sino lo muerto o inanimado, para eso se inventaron las
gestiones.
no sé de otra cosa en algunos asuntos trascendentales de mi vida actual que tratar, indagar, averiguar, gestionar... Este no es el meollo del asunto, y ustedes lo saben, saben que más que tratar con personas estamos tratando con engranajes de una torpe máquina...
bien, se toman un par de trozos de pollo o similar, se sofríen con harina en un chorreón de aceite, se añade un tomate bastante maduro, media cebolla tierna, un pedazo de fuagrás, un trocito de jamón con su tocino ibérico, y se pone a cocer en agua suficiente con sal el suficiente tiempo para que se enternezca. entonces se añade un tazón de guisantes cocidos naturales o de conserva con una rama de perejil y medio tazón de verduras chinas cocidas naturales o encurtidas. se fríe una patata a dados y cuando esté hecho el pollastre se le añade por encima con un poquito más de perejil picado y molido de pimientas.
Hete aquí un ejemplo de qué hacer con lo que tienes en la despensa antes de que por fin se estropee, cosa que resulta en la consistencia de la única, auténtica y real cocina de todos los tiempos desde que se inventó el fuego. Hacer algo apetitoso con lo que tenemos a mano.
Basta ya de fuego de artificio con algo que en su origen es tan vulgar como el cagar.
Bah, la "nueva cocina" ...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home